Los dragones despliegan ya sus alas en el cielo del continente de Klum. Su mortífero aliento ha calcinado los mismísimos cimientos de la capital de Ankhor. Las tropas del Señor de la Noche, comandadas por Lord Kharon-Rha, invaden, con pausa, un reino descabezado; tan sólo las inhóspitas tierras del oeste parecen dispuestas a hacer frente al esperanza todavía no ha apagado su débil resplandor, bajo la oscura sombra que amenaza con sumir en las tinieblas todo Anheron. Existe una remota posibilidad de equilibrar la balanza. Restaurar el equilibrio es posible. ¿Podrán los compañeros descifrar el difuso y complejo entramado que van descubriendo? ¿Serán capaces de alcanzar la ubicación de su destino?