Esta obra es el fruto de los tres años en que el autor - diplomático de carrera- vivió y trabajó en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. No es este libro una guía de viajes, ni unas memorias, ni un diario, ni una sesuda reflexión sobre el conflicto de los Grandes Lagos. No busque aquí el lector la dirección precisa de un hotel o el horario de apertura de un restaurante. Tampoco ha pretendido Criado lanzarse a la redacción de un tratado antropológico sobre las más de cuatrocientas tribus que pueblan el Congo, ni un manual sobre su apasionante historia. Sin embargo, todos estos ingredientes se dan cita en lo que modestamente aspira a relatar en primera persona las sensaciones de un mundele (hombre blanco) cualquiera que un buen día llega al Congo para vivir y trabajar en él, aprender conociendo gente y lugares, y perdiéndose de vez en cuando por lugares no siempre transitados por sus colegas mundeles.