A veces la vida te da segundas oportunidades e incluso te concede el don de reencarnarte. Eso fue lo que nos pasó a los que firmamos este libro: resurgimos de las cenizas de nuestras vidas profesionales sin apenas darnos cuenta. Y es que redescubrirse y desnudarse, a cierta edad, no es fácil por más que estemos en lo más dulce de la madurez. Todos nos éramos extraños, hasta que un lápiz, como el del carpintero, nos descubrió y nos fue redibujando. A María la hizo capaz de evocar en una imagen los sentimientos de toda una vida. A Isabel, con la sorpresa de las cejas levantadas, revertir con sutil ironía las leyes. A Alberto lo dibujó en barrios castizos con trazos tan inconfundibles que basta con asomarse a sus relatos para saber que habla de Madrid. A Rafa lo rediseñó y de forma distendida fue sustituyendo sus instrumentos quirúrgicos por la pluma y el ordenador y, ahora, libre y sin ataduras, cuenta la verdad desnuda de sus paisajes y de sus recuerdos. A Maribel, desde lo cotidiano la hizo fantasear entre carboncillos y sombras. Nuestras cinco miradas discretas o indiscretas, constituyen una singular orquesta que, con la precisión de un bisturí, descarnan lo real y lo irreal hasta dejarlo en los huesos. Historia, pasado, futuro o arte, nada escapa a nuestro entendimiento que sobrepasa con mucho los trescientos años. Aunque transitemos hacia el invierno, no es este un libro viejo por más que algunos piensen que nos sobran años. En él no hay naturalezas muertas, cada palabra está viva y, como las de Rafael Cárdenas y Machado, busca alinearse en un único latido para hacer camino al andar. Nuestros pasos convergen en un crisol diverso y variopinto en el que aletean fracciones de cinco vidas con sus sueños de infancia, juventud y madurez. Este libro es, en suma, nuestra particular obsesión para que la adrenalina siga corriendo por nuestras arterias hasta alcanzar desde el corazón la punta de los dedos. Ahora sí, os invitamos a recorrer el camino con una María indómita y rebosante de frescura; con Alberto, un aragonés mimetizado a madrileño y amigo de recorrer las calles y el Rastro del viejo Madrid; con Isabel, que igual propone nuevas leyes o que, sin que os deis cuenta, enviará vuestros niños a Marte; con la recién estrenada libertad de Rafa que os mostrará con precisión de cirujano cómo circundar los mares de la imaginación y, finalmente, con Maribel que os avituallará durante el viaje mientras con una pirueta os transporta a otros mundos. Esperamos que disfrutéis del recorrido.
La mejor lectura: Los relatos. Siempre los terminas. Puedes leer más de uno. Todos son diferentes. ¡Te encantarán!