Los textos testimoniales de los treinta escritores judíos latinoamericanos migrantes reunidos en Ires y venires pueden ser leídos como literatura entre dos mundos. Algunos de los autores escriben desde su exilio forzoso en las décadas de 1960 o 1970, otros son sojourners que regresaron durante los 80 y 90 pero volvieron a irse y transmigran por dificultades laborales y económicas, otros como ya ciudadanos de los países de emigración. Aunque con diferentes ires y venires, todos los autores expresan la experiencia de la migritud, el sentirse extranjero, con marcas indelebles de extraterritorialidad y dislocación en sus textos como son los cambios sobre la idea de nación y ciudadanía, las mezclas idiomáticas o el entendimiento de los exilios de sus propios antepasados. La mayoría de lostextos de Ires y venires fueron publicados durante dos largas décadas en NOAJ, revista transnacional de escritores iberoamericanos judíos. Escritos entre los ires y venires al irse de sus países, al regresar y al volver a irse distintas prosas testimoniales y autoficcionales de migrantes argentinos, chilenos, uruguayos, peruanos o mexicanos comparten la indagación del ensayo autobiográfico con la narración literaria. Y pese a la diversidad de las trayectorias migratorias, los textos tienen esenciales elementos en común: evocan a la tierra natal, elogian la lengua madre o sueñan con la tierra prometida.