Samantha es muy especial, pero no en el buen sentido. Una femme fatale, dirían algunos. Una aprovechada, afirmarían otros. Seductora y astuta, el sexo y el dinero siempre han sido su prioridad vital. Y muchas son las víctimas que ha ido dejando por el camino«El club de los amantes de Samantha» se reúne cada viernes en el mismo pub. Hombres y mujeres juegan al billar y beben mientras comparten historias, vivencias sexuales y de otra índole más retorcida, que han compartido con la flamante villana que da nombre a su es un vicio. Sobrevivirla, un milagro.